35. Opino que estás perfecta.
— Algo cómodo estará bien, con lo que tú te sientas a gusto.— la miró de arriba a abajo, notando como su pantalón empezaba a apretar ante el engrosamiento de su entrepierna.— Pero vístete ya o no podré contenerme y mi padre tendrá que venir a tirar la puerta abajo porque no habrá fuerza humana capaz de hacerme renunciar a follarte hasta la extenuación.
Después resopló observándola sin perder detalle de sus movimientos a medida que se vestía, aquella chica era perfecta, si no tenía cuidado, podría terminar jodido y no tenía muy claro si podía permitírselo, si podía volver a poner su corazón en el juego, negó riendo ante su propio pensamiento, no lo haría, jamás volvería a hacerlo.
Una sonrisa pícara apareció en el rostro de la joven al escucharle decir que no podría contenerse. Esas palabras la hicieron sentir hermosa, y empoderada por el simple hecho de conseguir que un hombre como Marius no pudiera dejar de desearla.
—Seré una niña buena y me portaré bien— respondió ella, eligiendo a