Capítulo extra XI.
Edson.
Después de llorar como el cachorro que ya no era en brazos de mamá, lo primero que hice fue llevarle comida y comprar cerrojos, candados y cualquier m*****a m****a que me sirviera para tener a mamá segura dentro de mi habitación en las horas en las que me encontraba afuera.
Lo segundo fue asegurarle que yo la seguía amando y que lamentaba no haberla buscado todos esos años. Ella solo me sonrió cálidamente y yo me sentí un ser despreciable.
Ella siempre había sido una madre buena y cariñosa conmigo y con mi hermana. ¿Por qué creí en la estupidez que me vendieron de ella escapando?
Papá también compró esa versión y lamentablemente murió de tristeza un par de años después, justo cuando mi hermana y yo entramos en la dulce etapa de la adultez.
Toda esa semana sufrí de un montón de sentimientos encontrados. Y eso me costó otra vida.
A los pocos días de haber encontrado a Escupi en mi cama agonizando, me enteré de qué m****a le había pasado.
No era bueno.
Apreté los puños inconsciente