Mundo ficciónIniciar sesiónDesde que murió Celia, me prometí a mí mismo no volver a amar a nadie, y lo he cumplido. Utilizo a las mujeres para mi satisfacción cuando se me antoja, no tengo que buscarlas. Ellas solas vienen a regalárseme en mi oficina en la empresa o en cualquier lugar que aparezco. Nunca he tenido necesidad de ir de cacería.
Pero a pesar de haber estado con múltiples de ellas, jamás había vuelto a besar a una. Y ahora esta chica alocada me ha hecho romper con esta abstinencia que yo mismo me impuse. Solo había besado a Celia, fue mi primer y gran amor. Juré que no volvería a besar a otra mujer como lo hice con ella. La primera vez que besé a Lilian, lo hice sin pensar; solo quería que se callara, que dejara de gritar. Pero ese beso me dejó deseoso de más. Como un maniático en medio del desierto queriendo beber agua. Por eso la he vuelto a besar cada ve






