La Gran Sala era un lugar lleno de magnificencia.
Allí, se debatían todos y cada uno de los asuntos importantes relacionados con la secta Senshi Xu. Como líder, Xu AnRong pasaba la mayor parte del tiempo aquí, trabajando sin descanso día y noche.
Desde la lejanía, Shi MinZhe lo observó. Xu AnRong estaba situado detrás de una mesa alargada, con una cantidad importante de documentos en ambos lados, varios pinceles y el característico olor de la tinta fresca.
Shi MinZhe no se atrevió a acercarse, esperando que Xu AnRong pronunciara la primera palabra.
Al igual que el lugar, Xu AnRong desprendía magnificencia a su alrededor, provocando que uno se quedara maravillado o le temiera. Aunque también, ambas opciones podían presentarse a la vez.
Shi MinZhe pertenecía a este grupo de personas.
A pesar de que la admiración desbordada en el río continuaba en conflicto, Shi MinZhe no podía negar que Xu AnRong era una figura importante. Ese aura