— ¡Oli! — me grita Emily desde lejos, molestando a varias personas alrededor, sacude sus manos por si aún no la hemos visto, aunque eso sea imposible.
Martín la reconoce desde lejos y estira sus pequeñas manitos para que lo alce, apenas nos encontramos Emily lo alza y lo abraza con fuerza dándole varios giros en el lugar, haciéndolo reír a carcajadas.Dos hombres trajeados acompañan a Emily y me ayudan con las pocas maletas que traigo. Son los guardaespaldas que Nick le puso a ella, su vida ha cambiado tanto desde que se casó con él, incluso ya no lleva su cabello de colores, temo tanto que haya perdido la esencia de su personalidad y lo que la hacía a ella tan única.— Estoy muy feliz de tenerlos aquí, sé que no te vas a arrepentir.— Eso espero — le digo entre dientes — ¿Que ya no hay taxis en Londres? — le pregunto de manera irónica mientras nos subimos a la limusina.— Solo disfrútalo, Olivia — rueda los ojos en protesta por mi pregunta, el