POV: William.
—Will, ¿ya estás listo? —pregunta Leonel y entra a mi habitación, sin esperar respuesta.
—Si vas a entrar sin permiso, para qué carajos preguntas —replico, rodando los ojos, mientras termino de arreglar el nudo de mi corbata frente al espejo.
—Porque me da la gana —responde y se sienta en la silla de escritorio, a unos metros de mí.
Yo lo ignoro y sigo a lo mío. Siento la mirada suya sobre mí; algo me quiere decir este loco. Lo conozco y sé que está buscando la forma de decirme algo. Lo miro a través del espejo y él, para desviar la atención, comienza a hablar sus habituales tonterías.
—Ese traje acentúa el color de tus ojos.
El tono de voz que utiliza y su seguido pestañear, en actitud coqueta, me hacen soltar la carcajada. Literalmente, me ahogo con mi propia saliva. Mientras toso,