SAN VALENTÍN RETRASADO.
William O’ Sullivan.
El gorgojear de Trevor en su cuna me despierta. Abro un ojo perezoso y lo veo, a través de las barandas de su cunita, con sus manos agarrando sus pies y moviéndose sin cansancio de un lado a otro, jugando consigo mismo. La pelusa rubia que tiene en la cabeza está revuelta y su pequeña boca, se abre y se cierra, como si tuviera una profunda conversación con un amigo imaginario.
Sonrío al verlo. Y mi pecho se calienta con el amor más natural y verdadero que un padre puede sentir.
Ashley duerme, acurrucada contra mi cuerpo, pegada completamente a mí y desnuda. Su cabeza está en mi pecho y su mano sobre mi abdomen, demasiado cerca de la zona que en las mañanas busca su atención. Y casi todo el tiempo, en realidad.
La mía está apoyada en su espalda, sintiendo su tibia y cremosa piel. Y con unas ganas tremendas de seguir bajando y acunar su trasero, apretarlo como quiero y despertarla con un buen mañanero.
Pero el deber llama y mi bebé, de m