Lizbeth
—¿Qué fue lo que sucedió cariño? — cuestiona mi madre mientras regresamos a la habitación de mi padre desde la máquina de café — Porque hay dos hombres sentados en la sala de espera fuera de la habitación, además porque me llamaste diciendo que te irías.
—No hay nada que preocuparte mamá — respondo — solo… Tuve una pequeña crisis, pero todo está bien ahora.
Ella sonríe y trato de hacer lo mismo, no quiero preocuparla, no ahora que mi padre está mucho mejor. O al menos desde la última vez no ha tenido otra crisis y eso definitivamente me hace feliz, así que no pienso atormentar a mi madre con todas las llamadas de amenazas.
Llegamos a la habitación donde dejamos a mi padre con los niños, mi corazón se acelera cuando veo a mi padre sonriendo como hace meses no lo hace mientras Lucas le cuenta alguna cosa, Lucia por su parte está simplemente sentada a su lado jugando con su cabello.
—Oh, han vuelto — mi padre me mira — qué lindos niños tienes.
—¡Mamá, el abuelo dijo que me regala