Jeremías
Salgo de casa sin mirar atrás, no quiero pensar realmente en la verdadera razón por la que le di un auto a mi mujer o como me hizo sentir verla cuidar con tanto amor de mis niños. En especial de Lucía que no puede esconder cuánta felicidad está sintiendo por tener a su nueva mamá.
Llego al hospital y me ocupo de todas las cosas que tengo pendientes, me digo que no debo involucrarme demasiado con esa mujer o que debería ir a tomar unas cosas con alguien más porque quizás la abstinencia sexual está haciendo que comience a sentirme atraído por ella.
Qué más da si ese vestido le quedaba bien, qué demonios me importa si la mayoría de los médicos de este hospital notaran la curva de su cadera bajo dicho vestido. Mi móvil suena mientras estoy aún checando algunos documentos y contesto sin realmente mirar, así que me arrepiento casi al instante cuando escucho la voz de mi madre.
—Jeremías, estoy en el café frente al hospital, sabes que no me gusta ir allí, así que ven aquí ahora m