- Si – gritó feliz Elizabeth lanzándose sobre él para buscar darle un beso.
- … - James logro atraparla para evitar que ambos acabaran en el suelo e igual esquivo esos labios, para no dejar que le diera un beso.
- ¿Amor? – preguntó confundida la pelirroja.
- Perdón Elizabeth, es que con todo lo que ha pasado no he podido ir a casa a asearme bien y no me he lavado los dientes, por eso no voy a besarte – habló acariciando la mejilla derecha de ella - no quiero arruinar nuestro primer beso con mi mal aliento.
- Vaya mi futuro esposo es tan considerado – indicó empleando un tono meloso en su voz – muchas gracias mi amor – mencionó separándose un poco donde James, para que él le colocara el anillo en su dedo casadero.
Elizabeth estaba feliz y se sentía dichosa porque ese anillo significaba su victoria… al fin James estaba enamorado de ella y le propuso matrimonio, por lo cual ahora viviría muy feliz al lado de su persona amada.
Después de colocarle el anillo y por compromiso James estuvo u