La fiesta fue un gran éxito porque todos se la pasaron bien divirtiéndose en los otros momentos especiales como el momento de cortar el pastel, el lanzamiento del ramo y el liguero; pero el momento más mágico fue el espectáculos de agua y luces en las fuentes del jardín, el cual habían contratado para Arturo.
- Sorpresa – dijeron Charlotte y James al ver la emoción de su hijo.
- ¿Te gusta? – preguntó James.
- Hm… es magia – dijo feliz el menor al ver la gran fuente del lugar dando la ilusión de que el agua bailara con las luces.
Después del espectáculo, pasaran un rato entre charlas y algunos bailes antes de llegar el momento de la despedida, ya que los novios saldrían de viaje por su luna de miel, pero habia alguien que no deseaba dejarlos partir.
- Yo quiero ir… - decía Arturo abrazándose a las piernas de su mamá.
- Pero hijo, am…
- Arturo…
- Yo quiero ir mami.
- No puedes hijo, porque tu papá y yo iremos de viaje a ver unas cosas de adultos.
- Pero yo puedo ayudarlos, además no ten