Con los planes establecidos para el domingo, empezo a pasar la semana donde James empezo a tomar la rutina de salir temprano de la oficina para ir a ver a Charlotte y juntos pasar a buscar a Arturo, para luego regresar y disfrutar de la comida.
Era un sentimiento cálido que le agrada a James, porque ahora la hora de la comida estaba acompañada de una charla amena y a veces divertida, donde el tema era se llevaba a cabo en una charla divertida que trataba de lo que Arturo hizo ese día en clases, algo gracioso que le haya pasado a Charlotte en la cafetería e igual él comentaba como la llevaba con la pila de papeles que debía revisar o las cosas interesantes que a veces llegaban al muelle.
Por primera vez James se sentía bien al comentar sobre sus cosas del trabajo, porque ellos escuchaban sin opinar o sin pedir explicaciones demás sobre sus acciones y decisiones que hacía en el trabajo.
Obviamente, su nueva actitud era tan obvia que todo aquel que lo conocía, por lo cual todos estaban a