Capítulo 47.
Esperamos ahí al rededor de veinte minutos a que la lluvia parara sin éxito.
Para ese punto estaba a segundos de mandar todo al carajo y simplemente caminar bajo la lluvia.
Quizás me resfriaría, pero valdría malditamente la pena. Estaba agotada física y mentalmente gracias a la montaña rusa de emociones de los últimos horribles días.
-No parece que vaya a dejar de llover, Jo.
-No. - Dije con un gran bostezo.
-Escucha, ¿Por qué no te quedas esta noche? Tenemos cuartos disponibles.
Yo asentí. Ni siquiera tenía fuerza para discutir.
Regresamos al cuarto escalofriante.
-De todos modos, ¿De quién es este lugar?
- Era de los lobos malos, ahora es nuestro. - Dijo sin emoción en la voz. - Por eso está un poco desordenado, solo hemos estado aquí un día.
-¿Planeas quedarte aquí o regresarás a tu territorio?
Él me miró.
-Esa es una pregunta que no quiero responder ahora mismo.
De acuerdo.
Seguimos en silencio hasta bajar al segundo piso de nuevo.
Una por una él abrió las puertas y no encontró