Al día siguiente llegué al taller. Jona y todos los demás estaban alrededor del nuevo coche, así que me acerqué lentamente para ver de qué se trataba.
— No conduciré eso — dijo Hayden con rabia.
Jona volteó a verme y yo solo le sonreí.
— Te advertí que si él invertía no conduciría. Que se joda todo — le dijo.
Yo no estaba entendiendo nada. Así que volví a mirar a Jona, pero él solo me daba pequeñas sonrisas.
— No es tu padre — le dijo Jona.
Hayden rio con amargura.
— Pero es una subsidiaria, ¡es la misma mierda! Y te lo advertí — se quejó.
Hayden me miró con rabia, se dio la vuelta y se fue.
— ¿Qué está pasando? — pregunté.
Nora se acercó a mí y me empujó.
— Que lo has jodido todo, eso pasó — me acusó.
Jona la agarró del brazo y la apartó de mí.
— Lo siento — se disculpó.
Yo no les presté atención y fui tras Hayden.
— ¿Puedes detenerte? — le grité mientras corría detrás.
Pero él no se detuvo, así que corrí más rápido hasta que lo alcancé.
— Largo, Kat, no quiero hablar contigo — me di