Capítulo 612
Luis sonrió fríamente. Se rio entre dientes:

—¿Y si ella lo quiso? Mil millones, es dinero que nunca ganaría en su vida. Leandro no es feo y tiene un buen carácter, ¿por qué no aceptaría? Pero tú, ¿por qué te importa tanto? ¿Todavía tienes sentimientos por Leandro… te duele verlo?

Dulcinea no respondió.

El ambiente en el coche se volvió tenso, y ninguno de los dos volvió a hablar.

Llegaron al hotel donde sería la cena.

Cuando el coche se detuvo, Luis le apretó suavemente la mano, con un tono frío:

—No importa lo que sientas, no lo muestres. Este proyecto es muy importante para mí.

Dulcinea, con una expresión serena, dijo:

—No te preocupes. No arruinaré tu proyecto.

Después de todo, era la hermana de Alberto, acostumbrada a la alta sociedad. Siguió a Luis con diligencia, interpretando el papel de señora Fernández…

En Ciudad BA, nadie sabía que estaban divorciados.

Pero en Ciudad BA, «la fama» de Luis como mujeriego era bien conocida. En los primeros años de su carrera, tenía muchas amig
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