Cap. 6 ¡Un hijo!
Lauren estaba con la boca abierta ante este hecho, la mujer tenía la mirada baja y el silencio que imperaba se rompió cuando él dijo:
—¿Cuántos años tiene?
—Seis…
Eso cambiaba todo…
—¿Por qué no lo dijiste antes?
—Quería el empleo y en algunas empresas el requisito es soltera o sin cargas.
Lauren intentaba asimilar lo dicho:
—¿Y el padre?
Silencio.
—¿Tiene padre el niño?
Ella lo miró y se dijo para ti: El padre eres tú, idiota. Entonces se encontró diciendo:
—Soy madre soltera.
No lo hubiera imaginado, no de ella, se la veía bastante distinta…
—Eso cambia las cosas.
—Por eso esto es una locura.
—Aunque…
Su mente comenzaba a pensar en una idea.
—¿Aunque?
—Podría funcionar, eso me daría mayor sentido de responsabilidad ante mis padres…
—Espere, no meteré a mi hijo en algo como eso.
—Considéralo, necesitas dinero, tienes un hijo, yo necesito un compromiso formal, ¿qué más formal con una madre soltera?
Ella se levantó molesta y le dijo rotunda:
—¡No me voy a prestar