Cuando salgo a media tarde de la cafeterìa, siento que camino sobre nubes de algodón, solo puedo pensar en Killen y lo dulce que es. Sé que fui muy atrevida pero juro que es la primera vez que hago algo asi. El tío mola un montòn y no iba a desperdiciar la oportunidad, además solo fue un maldito beso y eso no le hace daño a nadie, ¿o sì?
Estoy caminando por la acera cuando Ben pasa en su auto a mi lado y se detiene, justo en el momento en que entra un mensaje en mi celular:
“Ya te extraño” leo en la pantalla, el remitente por supuesto es Kill. Sonrìo para mis adentros y subo al auto. Saludo a mi maridito, quien piensa que mi esplendorosa sonrisa se debe a la sorpresa que me dio al ir a buscarme, sorpresa tremenda la que iba a llevarse él de haber pasado màs temprano.
Mientras estoy en la cocina, tarareo una vieja canción francesa y Ben se