Mi esposa está acostada de lado, me coloco en la parte de atrás, abrazándola, mi mano abarcaba todo lo que podía, mis bebés estaban más activos de lo normal. Se movían y luego hacían un alto para regresar con más ímpetu. No me ha pasado por alto si llegara a estar en labor de parto. Todo indica que ha llegado el momento. No descarto esa posibilidad y mi mente actúa de forma rápida.
‒ ¿Ya está todo?
Me refiero a todo lo que llevaremos a la clínica, Jillie ha venido el fin de semana trayendo varios artículos para los bebés, asegura que no está de menos tener varias opciones de vestimenta y como todo lo trae de a tres, es más que bienvenida, solo espero no vestir a mi hija con ropa de sus hermanos, porque estoy seguro de que tendré muy pronto a mi princesita en brazos. Ya contando los minutos o las horas.
‒Desde hace semanas, t