Llegamos a la habitación, deseo acostarme por un largo tiempo, mi marido hace que me acueste y quita los zapatos de mis pies, les da un leve masaje, que ejerce todo el alivio que necesito, se levanta, lo veo ir al cuarto de baño y regresa con una toalla húmeda, sabe que eso alivia las dolencias de los pies, ha leído cuanto libro referente a embarazos de alto riesgo le ha llegado a sus manos.
No lo puedo culpar, a mí también me interesa saber sobre ello. No nos han dicho que el embarazo es de alto riesgo por el momento, pero