91. Ya nada que ocultar

Una y otra vez. Impaciente. Extasiados. Se buscan entre sus besos y el peso cae en el vidrio. No importa lo que sucede. Sólo el sentir de sus palpitaciones, encontrándose al instante. En ese vaivén que se vuelve más abrasador mediante avanzan. Maya tiene que agarrarse de él para no caer y Maximiliano la sostiene para seguir tomándola con el anhelo que ha caído entre los dos. Ella suelta sollozos entre su cuello y niega por la sensación que la recorre de arriba hacia abajo. Sus piernas tiemblan. El sonido de sus caderas chocan contra la de él y se siente ciega por el placer que le brinda. No para una vez que los suspiros se envuelven con él. Maximiliano tiene que agarrarla fuerte para sentirla más a fondo, y mientras lo hace sabe que Maya está oprimiendo y consigue velar en no sucumbir ante la sensación celestial que ella le brinda con cada espasmo. Bajan y suben sus respiraciones. Llenas de aquel lascivo arrebato que se encuentran cada vez. Roza su entrada con el punto más frágil y no
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo