75. Déjame admirarte

—Lo notaste —se oye entontecida por las declaraciones. Al igual que él, su corazón es el que se encuentra hablando por ella—. Max, tú lo notaste, tú…

Maya no puede creerlo. Por mucho tiempo tuvo la creencia de que la llegada al museo metropolitano de Nueva York por el tema de su llegada del Bronx y una de sus mejores pasatiempos, la fotografía, habían sido porque Jenny había hablado por ella, consiguiéndole un puesto como copartícipe para ser quien tomara las fotografías a los pintores y sus obras. Esta confesión le hace notar que Maximiliano siempre estuvo pendiente de todo aquello. Y más aún cuando se trataba de algo tan importante para ella como lo es la fotografía.

—¿Te molesta? —de repente lo escucha decir—. ¿Te molesta que yo haya sido…?

—¡No! Por Dios, no —Maya toma su rostro, echándose a reír afanada por lo que le ha dicho—. ¿Cómo puedes creer eso? ¿Cómo? Dios…estoy tan impresionada de que siempre hayas sido tú. Jamás lo imaginé…y ¿cómo fue te tuviste mis datos? Cómo fue que n
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App