Capítulo 610
A las 10:30 de la mañana, la familia estaba lista para irse de viaje.

Ni Diego ni Marina dejaron entrever que algo no estaba bien; todo parecía estar muy tranquilo y alegre frente a sus hijos. Aunque Yulia ya sospechaba algo, prefirió mejor en ese momento guardárselo para ella. Sacó su cámara y, sonriendo, les dijo:

—¡Papá, mamá! ¡Les voy a tomar una foto! ¡Soy buenísima con la cámara!

Diego y Marina se miraron, sonrieron y aceptaron dichosos.

En el auto, la charla fue mínima. Diego le dio una palmada en el muslo y le indicó a Marina que se sentara. Yulia, al ver eso, no pudo evitar pensar lo unidos que parecían.

Marina, frente a los niños, no se sentó sobre las piernas de Diego. En su lugar, levantó a Iker y lo acomodó en su lugar.

Diego se quedó furioso:

—Está bien que se quede de pie.

Iker protestó:

—¡Quiero que me cargue mamá!

Marina ya estaba lista para posar para la foto, ajena por completo a la situación. Lo único que le importaba era que la foto saliera bien, y si podía verse h
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