Capítulo 473
Al día siguiente, Ricardo tocó la puerta con el desayuno en las manos.

Cuando Marina abrió, Ricardo se dio cuenta de inmediato de que sus ojos estaban rojos y visiblemente cansados.

—¿Jefa, le duelen los ojos? —preguntó Ricardo, bastante preocupado.

—No, estoy bien —respondió Marina, con un tono tranquilo, tratando de restarle importancia.

Ricardo le pasó enseguida el desayuno y, mientras ella comenzaba a comer, salió a apresurado buscar algo para aliviar sus ojos.

Después de que Marina terminara de desayunar y recogiera un poco, ambos se dirigieron directo al evento de la Cumbre Tecnológica.

En el auto, Ricardo le dio una máscara para los ojos.

—Jefa, no vamos a llegar tan rápido, úsela para descansar un poco. Según el folleto, ayuda a aliviar por completo la fatiga ocular.

—Gracias —Marina aceptó con agrado la máscara, pensando que no era buena idea llegar con los ojos tan rojos. Se la puso y cerró los ojos para descansar.

Al llegar al evento, Marina se quitó de inmediato la máscara
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App