Capítulo 64: Una madre terrible.
—Me gustan mucho las hamburguesas que le gustan a papito. — decía Gabriel bastante animado.
—¡A mí también me gustan! — gritó Emma entusiasmada.
Katherine Holmes escuchaba a sus hijos hablando, detrás de la puerta cerrada de la habitación de los pequeños. Recién regresaba de su breve reunión con John Bennett en donde le informó todo, y suspirando tristemente se encaminó hacia su propia habitación.
Había dado también una breve visita a María, y se sentía tranquila al saber que su pronóstico era favorable; el cansancio y estrés sumados a su edad, le habían pasado factura finalmente y ya no podría ser la niñera a tiempo completo de sus gemelos, por lo cual, tendría que buscar una nueva niñera a medio tiempo, para que María tuviese oportunidad de descansar. Por supuesto, no iba a despedir a la querida nana de sus pequeños, pues tanto ella como los niños la adoraban, y había ya cubierto toda la cuota médica prometiendo también cuidar de la anciana y seguir pagando por los tratamientos que