Cuando el cielo nocturno finalmente se había hecho presente sobre New York, una selecta cantidad de importantes invitados, se daban cita en aquella elegante recepción que tenía como objetivo la inauguración de la nueva tienda Divane, una elegante tienda del primer mundo, que prometía los mejores diseños, carteras y servicios, a costos accesibles en comparación de las tiendas departamentales de los Bennett. La prensa también se había dado cita, y pronto un en vivo daba comienzo en casi todos los canales de paga y libres que había en New York.—Esta noche transmitimos desde la gala de inauguración de la tienda física de Divane, la primera en suelo estadounidense que abre sus puertas para su selecto público, en donde Katherine Holmes, diseñadora de renombre, aparecerá para abrir el listón rojo que por ahora niega el acceso al edificio que promete servicios de primer mundo, con la más renovada gama de productos de lujo, muchos artistas y gente del medio se ha hecho presente en la exclusiv
Aquella noche, Henry se sintió perturbado, ver a Katherine, su hermosa exesposa, luciendo como una Diosa tan segura de sí misma ante las cámaras, había sido, quizás, demasiado para él, que aun meditaba sobre la posibilidad que existía de ya ser padre sin saberlo antes. Pensar en que era posible que ya tuviera hijos y con la mujer que una vez amó con demencial entrega, era como haber entrado en un terrible torbellino de emociones que lo atormentaban miserablemente. Si resultaba ser cierto, ¿Por qué Katherine no se lo dijo?, su historia quizás, sería otra muy diferente a lo que era la cruel realidad actual.Levantándose del sofá, el apuesto magnate decidió que necesitaba nadar para despejar todas aquellas emociones que lo estaban atormentando, su mejor terapia fuera del alcohol era ejercitarse un poco, y el agua caliente de la piscina le ayudaría a calmar el dolor de sus músculos tensos.Tomando sus cosas, Henry salió de su pent-house para dirigirse al último piso de aquel lujoso edific
Aquella mañana, Sofía Gibson leía los diarios; nuevamente se encontraba con noticias sobre Katherine Holmes, y el auge que su marca Divane había alcanzado a nivel mundial.—Veo que te has levantado temprano, eso es algo digno de alabanza, la consentida Emily se ha levantado a tiempo para tomar el desayuno caliente. — dijo Amelia Gibson con evidente sarcasmo.—Bueno días para ti también, madre. — respondió Emily con molestia.—Uff, que fiesta que fue esa de anoche, invitados de lujo, pude ver a Madonna en persona y beber con ella, sin duda alguna te perdiste de un evento de elite, y solo por no soportar que la ex de tu ex, es mucho mejor que tú. — dijo Amelia con toda la intención de herir a su hija.—¡Ya basta madre! — gritó Emily levantándose abruptamente de su silla. — ¿Por qué eres así conmigo?, yo soy tu hija, tu deberías de admirarme y quererme a mí, no a esa maldita pordiosera que ni siquiera nació de una buena familia.—Ya vas a comenzar de nuevo, en verdad eres una niñita capr
Emily salía de su mansión, después de meditar las palabras dichas por su madre. Katherine Holmes tenía un propósito maligno, concluyó, para estar de regreso en New York, y no podía permitirle reconquistar a Henry, pero aún no decidía si renunciar a lo que su madre le había pedido.Tomando su auto, se dirigía a la avenida principal para hacerle una visita a Henry; tenía que verlo, necesitaba verlo, pues aun cuando no estaba segura sobre qué decisión tomar, necesitaba saber que tan lejos estaba dispuesta a llegar para tener a ese hombre. Finalmente, llegaba al edificio Bennett, en donde la dejaron pasar sin mayor problema. Entrando a la oficina de Henry, vio como este se sorprendía de verla allí.—Emily, ¿Qué haces aquí? — cuestionó Henry sorprendido.—Recuerda que tu madre me dio libre acceso a este lugar, y mi padre es uno de tus socios mayoritarios, así que decidí venir a verte. Se que ya has terminado con tus juntas de esta mañana, así que no intentes huir, necesitamos hablar. — res
En aquel momento, Henry parecía un león enjaulado; todo en su mundo había dado una vuelta inesperada, y aun no tenía las respuestas que ansiosamente esperaba. Katherine, aún permanecía al interior de la tienda Divane, y él se sentía completamente ansioso, necesitaba hablar con ella. Mirando el costoso reloj en su muñeca, el magnate observó que ya había transcurrido poco más de una hora y media desde que había llegado a buscarla.—Bien, nos veremos mañana. — dijo Katherine, y el magnate la escuchó.Henry miraba como Katherine salía de la tienda, usando un hermoso y sencillo vestido casual, y luciendo tan hermosa como siempre, o, incluso, más que antes.—Katherine, espera. — grito Henry corriendo tras de ella al ver que esta apresuraba sus pasos después de verlo.Katherine caminaba a prisa, no esperaba tener que ver a su exesposo tan pronto, sin embargo, este la había alcanzado y la había tomado de la mano, de inmediato, Katherine, sin embargo, se zafó de su agarre, había visto al magna
En su viejo departamento, John miraba al techo de su habitación en donde se había hospedado por aquellos días inciertos. Aun sentía el calor del pequeño cuerpo de Katherine Holmes pegado al suyo, y recordaba vivamente el aroma peculiar de su perfume. Katherine había sufrido, quizás tanto o más que el, y sin ser realmente culpable de lo que se le acusó. Henry había causado mucho daño en las vidas de ambos.Katherine deseaba venganza, y después de escuchar lo que le dijo a su hermano la tarde anterior, entendía la razón de ello. Sin embargo, el aun no deseaba lastimar a su familia, después de todo, eran su familia, le gustara o no esa era la verdad, aunque Henry había hecho mucho daño con su indiferencia, ¿Cómo podría el saber que Henry sería tan despreciable, si su hermano siempre se mostró como una buena persona? Katherine le había pedido ayuda en su venganza, pero el, había dado un no por respuesta y pretendía mantenerlo así.Esa tarde acudiría a visitar a su madre, le explicaría tod
Aquella noche, John llamaba a Katherine para cenar, quería hablar con ella, saber de quién eran aquellos niños con quienes la vio.—No lo sé John, no me siento cómoda después de que me consolaste, creo que es inapropiado vernos. — decía Katherine mirando a sus hijos viendo la televisión.—Vamos, sé que tienes una venganza que planear y yo puedo ayudarte con lo que se. — dijo John intentando convencerla.Katherine suspiró. — Bien, te veo dentro de una hora en el Geoffrey´s — dijo ella cortante y terminó la llamada.Una vez en el restaurante, Katherine ya había escuchado todo lo que John tenía para decirle, aunque esa mañana ella también se había enterado de lo mal que iban algunos de los negocios de los Bennett en su junta matutina en Divane, Henry estaba haciendo un pésimo trabajo y aunque su familia aún tenía mucho poder y dinero, de seguir así pronto entrarían en la zona roja, aquello era más que perfecto para su venganza, aunque no sabía que Henry se había convertido en un alcohóli
Henry la quería, él quería a Katherine de regreso, no quería que Katherine estuviera con ese Jackson ni mucho menos con su hermano. No podía dejar de pensar tampoco ¿En qué momento ellos se habían acercado así? Katherine jamás había dado indicios y John tampoco, tan solo un día él los había descubierto hablando como hermana y hermano, pero nada más, ¿Por cuánto tiempo ellos se habían burlado de él? Tampoco lo sabía, pero quería separarlos, hacer a su hermano sufrir tanto como para desear morir, y ella, su Katherine, tomarla para sí mismo y encerrarla dentro de una caja fuerte en donde no pudiera volver a engañarlo, en donde no pudiera volver a traicionarlo. —Son las 8 de la mañana ¿y ya estas bebiendo? En verdad eres patético. — decía Emily mientras levantaba aquellas botellas vacías. —Quiero dormir, déjame en paz, no quiero verte. — respondió Henry a su ex prometida esperando que se marchara y no tener que lidiar con ella; había olvidado por completo cambiar las cerraduras como hab