capítulo 8.
¡Estúpida tú!
Capítulo 8.
Caminamos por el pasillo comentando el éxito de la reunión, pudimos firmar con Fournier un logro más para nosotros. Y de repente escuchamos unos gritos. Paola, fui el primero en salir corriendo. Desesperadamente busco en mi saco las llaves de mi oficina, abro la puerta y entro. Mateo y Katia me siguen.
Camino a grandes zancadas y llego hasta ella, está acostada en el mueble, sacude sus manos como si luchara con alguien, la sujeto con fuerza y acaricio su rostro.
—¡Nena, Paola! —Ella se sigue moviendo y grita que la suelte— .Nena, soy yo—vuelvo a moverla.
Abre los ojos y me mira aterrada, sus manos están heladas, sus pupilas más dilatadas de lo normal, está temblando, sostengo sus manos, ella mira a todos lados.
—Había alguien aquí —susurra con la respiración agitada.
Le sujeto la barbilla y le levanto la cabeza para que me mire.
—Nena, no había nadie, solo fue otra pesadilla.
Niega, sigue muy nerviosa, sus manos parecen hielo, eso solo le pasa cuando