Extra Mateo y Katia.
Narra Katia.
Creo que un dragón ha poseído mi estómago, unos días después de nuestras vacaciones empecé con un apetito voraz y no solo sexual, porque ese sí que lo tengo activado. En las noches me tengo que levantar a comer porque mi estómago empieza a rugir, yo creo que es por toda la energía que pierdo mientras devoro a mi terroncito. Además la noche que le hice el baile fue una locura total.
Estoy en la oficina revisando unos menús mientras disfruto de unos ricos caramelos. Paola entra a la oficina se detiene y me mira, bueno mira todo lo que tengo en la mesa, una mezcla de dulces y salado.
—¿Es enserio? —se cruza de brazos —, ¿no desayunaste antes de venir?
—¿Vas a invitarme a desayunar? —hablo con la boca llena.
Ella rueda los ojos y se sienta en su escritorio.
—Te va a dar una indigestión con todo eso que tienes ahí.
—Tengo que alimentarme bien para poder responderle a mi terroncito como es. Después de las clases de sexy dance se nos han ocurrido cosas