Capítulo 75: Abandonada.
Rosalind estaba acostada en su cama, inmóvil, desde hacía tres días. El entierro de su madre aún cruzaba en su mente, y la hospitalización de su hermano Anthony la mantenía en un estado de shock constante.
Había llorado hasta que sus lágrimas se secaron, dejando su rostro húmedo pero con la sensación de vacío absoluto.
Su corazón, hecho pedazos, latía con un ritmo irregular y doloroso. Abrazaba con fuerza una almohada, encogiendo su cuerpo sobre sí misma, hundiendo su rostro entre las sábanas y murmurando entre sollozos:
—Mamá… Anthony…
En ese momento…
Biiip~ Biiip~
El sonido de su teléfono la sobresaltó, un timbre insistente que penetró en la quietud de su habitación.
Era ese recordatorio que todas las tardes le indicaba que debía trabajar en sus pinturas para la galería.
Pero en los últimos días, su mente no podía pensar en nada más. Olvidó por completo la cita, el reto, la oportunidad que le había dado Angelina White. Respiró hondo, secándose las lágrimas con el dorso de