Capítulo 20: No arruinarás su imagen.
—Candice. Señoritas —saludó Donovan a la prometida de su sobrino y a las mujeres que la acompañaban, con un leve asentimiento de cabeza y una sonrisa fría, calculada, que no dejaba entrever emociones—. Veo que han elegido asistir a la exhibición de mi esposa. Una decisión acertada, sin duda.
¡CANDICE FRUNCIÓ EL CEÑO! La insinuación de que ella podría admirar las obras de Rosalind hizo hervir su sangre de furia.
Pero él era el cabeza de la familia Ainsworth. Contradecirlo sería un riesgo que su futuro no podía permitirse.
Ella se forzó a sonreír. Las mujeres que la acompañaron sonrieron nerviosas ante la presencia de ese hombre.
—Si me disculpan… Tengo que ir al tocador —dijo una de ellas.
—Te acompañamos… —añadieron las otras, con evidente tensión. Donovan hizo un gesto imperceptible y ellas se retiraron casi corriendo.
Las manos de Candice Leroy apretaron con un poco más de fuerza su bolsa, temblando ligeramente. Donovan lo notó, pero no mostró compasión ni alivio. Su mirad