Capítulo ciento doce: Dos por uno
“Narra Apolo Galanis”
Subimos las escaleras de la masión para llevar a mi mujer hacia la habitación. Sofía no ha pronunciado ni una sola palabra desde que dejamos el hospital. La obligo a comer y a tomarse el calmante. Ella se muestra reticente ante la idea, pero al final mi voluntad se impone.
Noto cómo se pelea contra el sueño, pero el calmante hace efecto y termina dormida.
Reviso que mi hija esté dromida y bien tapada. Luego regreso a la cama con mi esposa, le quito los zapatos y la tapo también. Me doy una ducha caliente para quitarme un poco de estrés y lograr dormir aunque sea unas horas, pues presiento que el día de hoy será muy duro.
Al terminar me pongo mi ropa de dormir y apago las luces, dejando la lámpara de la mesita de noche encendida para la niña. Al caer en la cama y después de darle un último vistazo a las dos, me quedo dormido.
Al despertarme, noto que ya no hay nadie en la habitación. Miro la hora y son las ocho de la mañana. Por l