CAPÍTULO 75. MI GRAN ORGULLO
Días después.
— ¿Cómo te fue cariño? —Agustin preguntó mientras tomaba un poco de sol en el jardín, en compañía de los mellizos.
—Muy bien —contestó con emoción. Tomando asiento a su lado, acomodando la falda de su vestido azul marino.
—Cuéntame, ¿qué te dijo el director Castro?
—La semana próxima me reintegro a la universidad, por fin lograré terminar la carrera. —Su mirada se iluminó.
—Me alegra mucho saberlo. Eres muy talentosa y dedicada, siempre lo fuiste, desde niña. Además que nunca te dejaste vencer, y sobre llevaste a Martina y Sarai, eso es un gran mérito. —Acarició su mejilla.
—Tuve que tomar un camino distinto y desviarme un poco de la ruta, pero siempre supe que volvería a mi objetivo y me graduaría.
—Eres un gran orgullo para mí. —Observó a los mejillones, jugar en la piscina—, me hubiera encantado que Sarai y tú se hubieran visto como familia, lamentablemente nunca fue posible —resopló con pesar.
—Gracias, para mí es muy importante saber que te sientes orgullosa de mí.