CAPÍTULO 59
Él lamió sus pezones, apartando la tela de su sujetador. Con la otra mano acariciaba el otro pecho, apretando el pezón entre el pulgar y el corazón a través de la tela. Con cada lametón y cada caricia le sobrevenía una sensación punzante, mientras la degustaba y la degustaba.
Ella dejó