CAPÍTULO 33
Después de lo que pareció un siglo, Cristian bajo la cabeza y beso el hombro de Stella.
―No me toques… ―ella se cubrió con la sabana y quiso escapar.
«¿Qué rayos hiciste?, ¡estúpida, estúpida, estúpida! Te dejaste llevar por el momento y permitiste que él… ¿Por qué no puedes ser más f