Pov: Lana
— ¿Disculpa te sentís bien? puedo ayudarte en algo? — levanto la vista para ver al dueño de la voz, pelo castaño bien peinado, ojos marrones intensos, una tés media, una perfecta barba afeitada.
— Yo... estoy bien, perdón habré sido muy ruidosa y vos debes tener más cosas que hacer que preocuparte porque una loca desempleada llora en una plaza — seco mis lágrimas y sorbo por la nariz, que vergüenza se nota que es alguien ocupado y yo con mi papelón robando el tiempo.
— Y yo preocupándome por ser un cornudo, creo que tener que pensar en tener dinero para vivir es más difícil — dice con preocupación verdadera, lo detallo más y es muy apuesto con un gran porte. Quien sería tan tonta de engañar a un hombre así.
— Al menos lo mío se soluciona con otro trabajo, que te traicionen deja una marca dolorosa — digo haciéndole ver que su problema realmente es más importante el dolor del corazón es el peor. Se sienta al lado mío y suspira.
— Lamento lo de tu desempleo, no quiero imaginar