— ¡Hola a todos, pueden pasar! - Emily entra animada.
— ¿Hay vino por ahí? Hace tiempo que no bebo nada.
— No empieces, Emily. - dice Juliano. Yo me río a carcajadas.
— No se preocupen, que yo esconderé todas las botellas de vino de ella. - Emily coge su celular y va a un rincón a atender. Yo me acerco a las chicas para saludarlas.
— Estás preciosa. - me abraza.
— ¿No has hablado con Rafael? - Su sonrisa se apaga.
— No mucho. Me estoy dando un tiempo para ver si deja de ser tan tonto. No es porque sea mi hermano que voy a aceptar las estupideces que hace.
— Eso nunca va a pasar, Aylla. - dice Nanda mientras toma su café. Emily me llama aparte.
— Entonces… ¡Rafael viene a Rusia! - dice rápido. - Sé que te vas a enfadar al saberlo, pero él… no tiene a nadie más.
— No me digas que Julia viene con él. - Ella se sorprende con mi respuesta. - No me mires así, Emily. Estoy muy dolida con él, hasta demasiado, pero no tengo ninguna gana de aguantar a esa vagabunda.
— ¿Sería un mal momento para