En un mundo lleno de reinos, guerra y magia, nueve reinos se encontraran envueltos en conflictos políticos que solo podrán resolver con diplomacia o guerra. Te adentraras en el mundo de nuestros héroes y conocerás desde reyes hasta guerreros salvajes, pues es a través de ellos que conocerás la historia de este fantástico mundo
Leer másEl último rayo de luz, se escondía en el firmamento.
Una carroza custodiada por veinte hombres armados con espadas y arcos recorrían un angosto camino por el bosque de las bestias. En la carroza se encontraban siete hombres encadenados. Los barrotes absorbían las almas de seis de estos hombres, el restante no podía sacar de su mente los pensamientos que la invadían. Miró por la ventanilla y en un par de tranquilos movimientos se quitó las cadenas, se aproximó hacia la puerta y la abrió con facilidad.
Unos minutos después; diez soldados con un perro de rastro se hallaban buscando a Nemo.
Nemo era un hombre de mediana edad, cabello cano, barba corta y desordenada. Vestido con trapos viejos corría entre la maleza del bosque. De repente vio una roca, miró a su al rededor y se detuvo a descansar.
Dos minutos después los soldados finalizaron su búsqueda. El sujeto al verlos levantó tranquilamente sus manos acompañado de una sonrisa y fue arrestado.
Once hombres avanzaban por las profundidades del mismo bosque acompañados por la melancólica atmósfera del anochecer y guiados por el viento. Eran soldados dahmarianos, el imperio más poderoso y grande que el mundo haya conocido. Sus armaduras eran de hierro, tenían cascos que dejaban ver sus rostros y una pequeña cresta corta en la parte superior, en sus yelmos se veía la bandera de Dahmar. Era de un color azul intenso, tenía una D con una espada arriba y otra abajo de forma lateral y su color secundario era el blanco. Los pantalones eran gruesos y sus botas también para abrigarlos, sus colores eran los mismos de su bandera.
- Señor en la noche despiertan varios tipos de bestias muy letales y en la última fase de la noche se libera en el aire el viento mortífero, creo que deberíamos buscar un lugar y acampar - dijo el guía del capitán.
Viento mortífero... Era una niebla que mataba en segundos a cualquier persona que no habitará en el bosque, ya que las bestias y hombres que lo habitaban; nacían con una inmunidad hacia este veneno en forma de gas.
- mmm... tú eres el único que conoce este lugar, haremos lo que dices - respondió el capitán.
- yo vi una cabaña hacia el norte - dijo el prisionero.
- nadie pidió su opinión, recluso - gruño con enojo el capitán.
-disculpe señor, pero creo que sería una buena idea - dijo el soldado a su capitán con una mirada sumisa.
- ¿y le crees a este hombre?
El soldado asintió con la cabeza.
- ¿por dónde vio esa cabaña? - le preguntó al recluso.
- está a unos metros de acá... Sí justo allá - dijo señalando una pequeña casa de madera a lo lejos.
Se acercaron con precaución a dicho lugar y al llegar encontraron a un hombre en frente de la casa partiendo leña. Su hacha caía con veracidad sobre los troncos cortándolos con la facilidad que un cuchillo corta la mantequilla. El hombre era enorme, tenía el cabello rapado a los lados y arriba nacía una melena castaña a la que cedía una larga trenza que llegaba hasta su espalda baja. Una barba gruesa y muy poblada del mismo color del cabello le cubría el rostro y sus ojos verdes al ver que un grupo de soldados se acercaban, buscó al líder de ellos y lo clavó con la mirada.
A su lado aguardaban dos fieras que miraban a los hombres fijamente como un depredador mira a su presa. La primera era un animal de cuerpo alargado y musculoso de estructura felina, su espalda era ancha, sus patas fuertes y tenía unas garras filosas como navajas. Un rostro cuadrado, la boca profunda y llena de afilados y largos dientes. En la cien tenía dos cuernos filosos como si de un bisonte se tratara. Su pelo era poco largo, aunque grueso y en el cuello llevaba una pequeña melena - ni la mitad de larga comparada con la de un león - que se desvanecía al llegar a su musculado torso, en cuanto al color era: atigrado negro con gris.
La segunda bestia era de aspecto lobezno. Orejas paradas y en punta, hocico en uve, tamaño medio y cuerpo fuerte, ojos almendrados, su cabello formaba un collar y en el resto del cuerpo era medianamente largo y de color negro.
Ante la amenaza de estos soldados Einar avanzo dos pasos y se les quedó viendo.
- Señor, venimos en nombre de la corona de Dahmar y le exigimos que se aparte de esta cabaña para que podamos pasar la noche en ella, al amanecer se la devolveremos - dijo el guía del grupo.
Einar avanzó dos pasos más con movimientos tranquilos y lentos como un poderoso león sin quitarle la vista de encima al capitán.
El capitán susurró algo en el oído de su acompañante mientras miraba a Einar con intriga.
- señor, si no se aparta tendremos que utilizar la fuer...
El hacha de Einar no dejo que el hombre terminará su oración. Se clavó en su rostro acabando con su vida al instante. Al verlo, el rostro del capitán fue invadido por el asombro.
- ¡mátenlo! - gritó.
Los hombres del capitán se lanzaron a él, tres de ellos fueron abatidos por la bestia felina, uno de ellos por el perro quien le mordió el brazo inmovilizándolo y de los cuatro restantes se encargó Einar - A pesar de su tamaño sus movimientos eran rápidos y mortales como los de un puma - esquivó el primer golpe y lo devolvió asesinando al soldado, al segundo le quito la espada y en dos movimientos acabó con su vida y la de su compañero. Al cuarto hombre, le dio un golpe en la espada tirándola de su mano, después lo tomó del cuello y lo arrojó hacia su bestia más grande la cual de un golpe con sus garras lo mató.
Entonces su profunda mirada salvaje se enfocó en el capitán quien con la última gota de valor se abalanzó contra él intentando herirlo. Fue en vano.
Diez cuerpos yacieron muertos en aquel lugar.
Einar miró al sujeto restante.
- yo solo soy su prisionero - dijo Nemo un poco intimidado.
- tendrá que ayudarme a sacar estos cuerpos de mi jardín - dijo Einar con autoridad.
- sí señor.
Al terminar de recoger los cuerpos, los hombres entraron en la cabaña y las dos bestias en el granero. Ambos se sentaron en dos cómodas sillas de cuero que Einar había hecho con piel de varias bestias. Bebieron té y conversaron.
- asesinaste a esos hombres como cortar pan... ¿debo preocuparme por mi integridad? - preguntó el huésped.
- no le hago daño a quienes no me intentan dañar - respondió el Bárbaro.
- nunca había visto pelear a un hombre así... y esas bestias... bueno, no me sorprende tratandose del ultimo Haitboor.
Einar se asombro al oirlo. Pero era evidente que su invitado solo queria mostrarle que no era un hombre común.
- ¿cómo sabe que soy el último?
- porque todos murieron. Eres Einar, tu padre era knut el poderoso - dijo mientras sonreía de alegría.
Einar lo miró con dureza.
- ¿quién es usted? - pregunto con tono severo.
- eso no importa Einar… solo vine a decirte que los soldados de Dahmar capturaron a los hombres del bosque y los tienen prisioneros al oeste de Nowrtheen, pero no los tendrán por mucho tiempo allí, así que debes apresurarte si quieres salvarlos.
- ¿Porque me dice esto?
- porque debes tomar tu esa espada y liberar a los hombres del bosque, tienes razones de sobra para hacerlo - dijo el viejo con mucha convicción.
Einar llamó a un pequeño simio y le pidió que le sirviera más té. Se quedó pensando por unos segundos y habló:
- ¿porque sabe estas cosas? - preguntó.
- salva a tus hombres Einar - dijo ignorando su pregunta.
El hombre se levantó y se dirigió hacia la puerta.
- ¿qué hace? Si sale de acá no podrá sobrevivir la noche
- no me importa si muero, tengo obligaciones y no me puedo quedar en esta cómoda cabaña a evadirlas - al finalizar esta oración, el hombre misterioso se marchó dejando a Einar inundado de dudas.
- ¿qué acaba de pasar...?
El simio miró a Einar y levantó las palmas de sus manos.
La semilla de intriga que plantó Nemo en Einar dio sus frutos muy rápido.
A la mañana siguiente, Einar tomó la montura de su gigante mejor amigo, la ocupó con todo lo que necesitaría para un largo viaje y alistando al perro, al simio y a un ave de caza - que era su última compañera - partió hacia Nowrtheen no sin antes visitar el pequeño pueblo de los hombres del bosque, para asegurarse de que su visitante no le hubiese mentido.
El pueblo estaba inhóspito, en el aire se respiraba la desesperación y el miedo por el que habían pasado sus habitantes unos días atrás. Los cuerpos putrefactos adornaban las calles del pequeño pueblo y las casas se veían manchadas con la sangre de los heridos que apenas alcanzaron a sobrevivir.
Einar recorrió todo el pueblo en busca de indicios que le revelaran exactamente lo que había sucedido en este precioso lugar que ahora estaba manchado con la desgracia ocasionada por la avaricia del reino que gobernaba la mayor parte del continente.
Sin más que ver, el poderoso hombre junto a sus bestias partió a rescatar a los hombres del bosque.
Al atardecer, cuando comenzaba la puesta de sol, Nemo se hallaba en las puertas del salón junto a los tres hombres que hace poco tiempo había conocido.El emperador se presentó y uno de sus súbditos abrió las puertas del inmenso salón.- caballeros vayamos al grano ¿cuál era esa propuesta?- emperador, permítame presentarme, soy Adler Saxe hijo de Bjorn Saxe.- no recuerdo a ningún Bjorn Saxe.- mi abuelo fue Arath Saxe, gobernó por algunos años Phindelvania.- ¡por supuesto! Lo leí en la descendencia de los reyes de Phindelvania... Recuerdo que en el registro pone que su abuelo tuvo un hijo, pero fue desterrado junto a su madre por... ¡El rey Thiago! En cuanto lo leí supe que algo no cuadraba.- sí, emperador. Ese hijo del que habla es Bjorn, mi padr
-... Supongo que tuvieron una conversación interesante, su majestad - habló el joven.- ¡bastante! Aunque creo que estaba algo ebrio porque me dijo un montón de cosas disparatadas. Me contó historias sobre cuatro señores... entre ellos un rey... ¡conspirando contra mí!Lord Gregory detuvo sus cubiertos y los puso sobre la mesa.- me contó, que tres señores de Dahmar fueron con el rey Midas, buscando una alianza que les permitiera emanciparse de Dahmar ¿pueden creerlo? - sus ojos se abrieron al decirlo y sostuvieron la mirada en cada uno de los tres señores -... Pero... Debe ser una mentira ¿verdad? ¿O ustedes que opinan?, para eso los llame mis nobles y leales señores - al terminar de decirlo se levantó de su asiento; el salón quedo en silencio absoluto.- supongo que no tien
- ¡lo recuperaron!, haber... déjame entender. Llevaban al maldito pirata por una ruta que nadie conocía. Aparte de eso ordené que dieran como informe; cinco rutas distintas para que los espías desviaran la atención de esos mugrientos piratas, díganme soldados ¡cómo es posible que lo hayan encontrado! - les pregunto con severidad su emperador.- no lo sé, su majestad imperial. Nuestro capitán ordenó que hiciéramos tal como usted nos dijo y así lo hicimos - respondió el más valiente de los dos soldados.El emperador no dejaba de dar vueltas por la habitación.- díganme pedazo de imbéciles ¿Cómo lograron escapar?- no lo sé, Emperador. Estábamos peleando contra los piratas, pero había uno que peleaba con la fuerza de diez hombres. En un momento me empujó de
Al anochecer, por el valle del zorro cruzaba una carrosa custodiada por diez hombres a caballo. Dentro de la misma se encontraba el pirata más famoso de todos los tiempos.Jake Smith dormía tranquilamente cuando de repente, lo despertó un brusco movimiento de la carroza al frenar en seco. A fuera se escucharon voces y espadas desenfundadas. El primer sonido fue facil de reconocer para Jake, lo habia escuchado cientos de veces antes lanzar su espada contra el pecho de un enemigo. Los sonidos que lo cedieron, eran muy similares al primero, solo que con algunas variaciones. El ruido solo duro un par de minutos y después se escucharon los estruendosos pasos de dos caballos galopando hasta que tal asimétrica melodía se desvaneció.De repente empezaron a sonar fuertes golpes contra la puerta de la carroza y después de un par de ellos la puerta cedió.
El ejército acompañó a los príncipes hasta las puertas del reino más grande y poderoso del éste... Zamot.Al llegar fueron recibidos por uno de los sirvientes del rey Alphie Rothbar quien los llevó ante la presencia de dicho rey.- mi rey, ante su presencia están el príncipe Yung Tho y su hermano el príncipe Takeshi Tho - anunció el sirviente.- es un honor estar ante su presencia mi rey - dijo el príncipe inclinándose ante Alphie Rothbar, su hermano hizo lo mismo.- por favor levántense, príncipes. Me llena de alegría verlos y permítanme darles mis más sinceras condolencias por la muerte del rey Ming… que en paz descanse - les dijo el rey con sinceridad.- gracias mi rey. Veo que su jardín ha evolucionado y ahora tiene nuevas plantas y árboles - respondi&oacut
Sentado en la zona más exclusiva del coliseo; donde sólo podían entrar señores, caballeros y damas, se encontraba Malek, un comerciante muy importante en el este. Aquel poderoso hombre era dueño del guerrero victorioso. En cuanto Yung entró al coliseo, lo primero que hizo fue buscarlo y entablar conversación con él. - es un buen peleador, oí que jamás ha perdido un combate en estas arenas - le dijo el príncipe. - ni uno solo - respondió el comerciante. - dicen que es el mejor guerrero del este o bueno... lo era antes de que llegáramos - sus palabras salieron con la intención de provocar a Malek. - ¿a qué te refieres con eso? - preguntó a la defensiva. - este joven que ves aquí es el mejor guerrero del mundo - señaló a su hermano Takeshi con elegancia mientras lo decía. - ¡ja, él!... ¿Es un pequeño mata gigantes? - dijo con tono burlón - he visto hombres matar gigantes, pero no al kraken. Ha a
Último capítulo