- ¡lo recuperaron!, haber... déjame entender. Llevaban al maldito pirata por una ruta que nadie conocía. Aparte de eso ordené que dieran como informe; cinco rutas distintas para que los espías desviaran la atención de esos mugrientos piratas, díganme soldados ¡cómo es posible que lo hayan encontrado! - les pregunto con severidad su emperador.
- no lo sé, su majestad imperial. Nuestro capitán ordenó que hiciéramos tal como usted nos dijo y así lo hicimos - respondió el más valiente de los dos soldados.
El emperador no dejaba de dar vueltas por la habitación.
- díganme pedazo de imbéciles ¿Cómo lograron escapar?
- no lo sé, Emperador. Estábamos peleando contra los piratas, pero había uno que peleaba con la fuerza de diez hombres. En un momento me empujó de