El hilo rojo del destino.
SOPHIE
Debía estar maldita; condenada a una vida donde nunca lograría alejarme de Travis por más que lo intentara. Quizás si mirara nuestros meñiques con suficiente atención, encontraría ese proverbial hilo rojo del destino que insistía en unirnos.
Unas semanas atrás, habría matado por mantener ese hilo tan enredado que se necesitaría un milagro para soltarlo. ¿Pero ahora? Saltaría ante cualquier oportunidad para librarme de él.
Mi reacción al verlo parado en la puerta principal preguntando por Elaine llegó unos segundos tarde. En cuanto mi cerebro registró lo que estaba pasando, salí al porche, cerrando la puerta firmemente tras de mí.
Eso hizo que Travis retrocediera un paso, aunque no en retirada. Solo había una explicación de cómo me había encontrado allí.
—¿Ahora me acosas? —pregunté, asegurándome de mantener esa conversación sobre mí y no sobre Elaine. Sus padres debieron comunicarse con él, pero sin importar lo que pasara, no dejaría que Elaine se aleja