Despierto al sentir algo pinchar mi brazo. Cuando abro los ojos, veo que estoy en una habitación de hospital y al lado mío está Dante, que está dormido. Sin intentar despertarlo, acaricio su mejilla y él abre los ojos.
- Gaby, ¿despertaste? ¿Cómo estás? - acaricia mi mejilla sin soltar mi mano.
- Me siento algo débil. ¿Qué me pasó?
- Tuviste un pico de estrés. Además, no habías consumido alimento, por eso estás tan débil.
- No pensé que esto fuera a pasar.
- Gaby, debes cuidarte. No quiero que te pase nada. Me diste un gran susto cuando te caíste en mis brazos. Creí morir.
- Prometo que me voy a cuidar.
- Ethan también está preocupado, pero se tuvo que ir por una reunión pendiente.
- ¿Cuándo podré irme?
- Esperemos qué dice el doctor. - Al rato llega el doctor y me revisa. Dice que todo está en orden y me da algunas indicaciones.
- Te llevaré a casa. Alana te está esperando. - Me detengo en ese momento y Dante lo nota. - ¿Qué pasa?
- Quiero que me lleves a mi casa.
- Gaby, vas a estar