Lila.
Al día siguiente, alrededor de las siete de la tarde, acudí a la habitación de mi jefe con el maquillaje para taparle el ojo morado. Aunque la que debería estar enojada tendría que ser yo, ya que el me asustó, la culpa de haberlo golpeado no me deja.
- Espero que no se vea tan mal- digo mientras voy llegando a la puerta de su habitación.
Golpeó dos veces pero no escucho sonido alguno, vuelvo a golpear y está vez me acerco apoyando mi oído a la fría madera.. todavía nada.
Cuando voy a golpear de nuevo aún con mi oreja apoyada en la puerta...
-Mhm Señorita Monroe. ¿Que está haciendo? - dicen en voz baja lo que me asusta haciéndome pegar un salto, soltando el pequeño bolso de maquillaje y pegando un alarido más fuerte de lo que creí que podía...- Ahhhhh Ahhhhh Ahhhh-
-Calmese Dios Santo, o me va a volver a golpear- dice mi jefe llevándose la mano al pecho como si lo hubiese asustado a él.
-Maldito loco. ¿Por qué hace eso?- le grito aún asustada.
- ¿Perdón? ¿A quién l