52. El juez
Odette
Mientras todo el drama con Kalos y la tal Kamil, se desarrolla; mi gusanito y yo nos refugiamos en lo más profundo de Darina; aquí estamos seguros.
Puedo sentir como crece un poquito, aún no es seguro dejarlo terminar su desarrollo, y lo que es un hecho, es que a este pequeñin le urge que su padre sepa de él.
Mi hermoso lobito, ya falta poco para que papi sepa de ti, froto mi barriguita aún plana; le hago cariñitos y le platico todas las cualidades de Lion y de Krom.
Un largo rato me mantengo así, hasta que el sueño me vence y me quedo completamente dormida; para cuando logro abrir un ojo, ya me encuentro recostada en la cómoda cama que nos fue asignada hace unos días.
Me estiró cuál gatito recién nacido y froto mis ojos con demasiada pereza, me cubro con las sábanas para volver a dormir, pero un gusanito hace rugir mi estómago.
Lion, se encuentra profundamente dormido a mi lado, ni cuenta me había dado de su brazo sobre mi cintura; que hombre, ni siquiera sintió cuando me moví