Lion
—Te juro —me señala con el índice —que te vas a arrepentir Lion.
—Para ti, soy el Alfa Lion Blake, y no vengas a amenazarme, largo de aqui.
La seguridad del edificio llega y la sacan como la loba malcriada qué es. Se Le olvida frente a quien está, y no pienso permitir que sobrepase mi autoridad.
Espero a que las puertas del elevador se cierren y regreso a mi oficina con los italianos. En buen momento se le ocurrió venir a dar una escena tan nefasta.
—¿Todo bien alfa? —pregunta el director de la empresa italiana.
—Disculpen el espectáculo, todo bien. ¿Continuamos? —se me cae la cara de vergüenza.
Una hora más tarde y a pesar del inconveniente de hace un rato, logramos cerrar el trato y con su apoyo lograremos expandir la marca al otro lado del mundo.
Término de despedirme de mis nuevos socios, los acompaño al ascensor y regreso enseguida para sacar a mi pequeña fiera, Florence, la golpeó y aun no entiendo como no cayó desmayada enseguida.
En nuestra época de jóvenes, Florence, era una de las mejores guerreras del clan, superando incluso, a algunos betas de mayor rango.
¿Qué clase de humana es Odette? Abro la puerta del dormitorio, la veo hecha un ovillo en medio de la cama y abrazada a una almohada.
—Duerme como una pequeña cachorra ¿cierto?
—Cierto Krom, es nuestra cachorra.
—Vamos con ella, solo quiero sentir su aroma.
Me acerco cuidando mis pasos, no quiero despertarla, su mejilla esta roja e inflamada del golpe de Florence, y aún así quería culparla, de solo recordarlo la ira me atraviesa.
Me recuesto a su lado e inhalo fuerte su aroma, calmando mi ser de toda tensión; me veo un poco atrevido y acarició con cuidado la zona donde Florence, la golpeó.
Se remueve un poco y se acerca quedando si cabeza en mi pecho, la abrazo un poco fuerte, lo suficiente para confortarla y que me sienta presente.
—Te extrañé tanto —balbucea enterrando su nariz en mi cuello.
—¡Maldición! Lion, no creo poder aguantar si continúa así.
Krom, lloriquea y créanme que yo no estoy mejor que el, mi entrepierna duele al sentir que se estrega en ella, sus manos traviesas llegan a los botones de mi camisa y los abre lentamente.
Sus labios reparten besos húmedos en mi pecho, cierro mis palmas en puños para tratar de controlar el calor que arde en mi ser, y por más que la deseo debo alejarme.
—Te encontré...
Odette
Me siento arder por dentro, algo en mi cabeza lucha por salir, oigo su voz, más no entiendo nada de lo que dice, es una lengua diferente a cualquiera que haya escuchado antes.
El sonido taladra mis oídos y en un par de segundos mi voz y mi ser han desaparecido. Me encuentro en una especia de limbo, donde todo es oscuro con tintes de luz naranja y roja.
Darina
Mi pareja esta cerca, siento su caricia en mi mejilla, es una pena que ella aún no me sienta, pero no puedo permanecer lejos de él.
Lo lamento mi pequeña, pero esto es más fuerte que yo. Tomo por completo el control y me dejo hacer por mi hermoso mate.
Lion
Sus labios recorren mi mandíbula y la muerde un poco, baja su mano a mi entrepierna y la estruja, mi virilidad palpita con fuerza.
Sube a horcadas en mi cintura y se mueve frenética, sus manos suben a al chingo en su cabello y lo deshace cayendo en lindas ondas sube sus hombros.
Sus ojos se ven ligeramente más claros y con bastante brillo, baja su torso acercándose a mi rostro y me besa con desespero.
Mis manos queman por sentir su piel y rompo sus medias negras, una sonrisa traviesa se dibuja en su rostro y muerde mi labio inferior cuando mi piel y la suya hacen contacto.
—Soy tuya mi alfa, para siempre.
—MIA
—MIA
Eso jamás había pasado, que Krom y yo habláramos al mismo tiempo, lo que indica que estamos más que listos por aparearnos con nuestra destinada.
Me siento y tomo su nuca con fuerza para volverla a besar, en un movimiento la gira dejándola bajo mi cuerpo, Odette, se aferra a mi cabello y me besa llena de pasión.
En unos segundos ambos volamos la ropa y me alejo un poco para admirar su bello cuerpo, la boca se me hace agua y ella escurre en sus labios inferiores.
Abre sus piernas invitándome a entrar en ella, se toca los senos y los pellizca para después bajar una mano a su centro e introduce dos de sus dedos entre sus labios.
Su olor aumenta, si fuera una loba diría que sus feromonas están por todo el lugar, pero aún así, es la humana más bella y sensual que jamás haya visto en mi vida.
Me pongo de rodillas frente a la cama y jalo sus piernas hasta que sus pliegues quedan al margen del colchón, tomo dos almohadas y las pongo debajo de sus caderas.
Saboreo con anticipación mis labios y me acerco a olerla, es delicadamente deliciosa, esa mezcla entre frutillas del bosque y menta es extraordinaria, dulce Y fresca al mismo tiempo.
Me acerco un poco más y paso mi lengua entre sus labios saboreando todo su dulce sabor, tomo sus muslos y los acomodo en mis hombros y sin soltarla me pego cual sediento en el desierto.
Sus gemidos ahogados, sus jadeos al sentirme dentro suyo son la gloria misma. Aprieta sus piernas en mi cabeza y me aferro más a ella.
No paró hasta que siento su liberación en mi boca y bebo todo, sus piernas continúan temblando, más no deja que me separe.
Y por más que me encante estar aquí, mi virilidad chorrea por estar dentro de su ser, por poseer su cuerpo, por reclamarla realmente mía.