Se escucho la cerradura de la puerta y Lina se apresuró hacia la puerta para saber quien era.
- buenas tardes, ¿ qué se le ofrece? —
— Lina, puedes abrirme —
De inmediato reconoció la voz del hombre al otro lado de la puerta pero no comprendía como era que el no abriera con sus propias llaves.
— vamos Lina, puedes abrir -
- señor, disculpe pero ¿por que no abre con su juego de llaves? —
— Lina tengo las manos ocupadas ¿puedes abrir?-
Ares sabía que Lina es una mujer que siempre extrema precauciones así que no se le hizo nada raro que ella cuestionara tanto antes de poder abrir la puerta y dejarlo ingresar.
— gracias Lina, por un momento creí que debía hechar la puerta de una patada —
— señor, ¿ qué ah pasado esta todo bien, le paso algo? - la joven Lina caminaba apresurada detrás de las largas zancadas qué daba Ares camino a la habitación principal de aquel apartamento.
— si Lina, todo bien, podrías traer una manta para cubrirla por favor —
— enseguida, ¿ le ah pasado algo a la joven?