ANDROMACA
La mañana me recibe como todos los días desde que me convertí en una Makri, mi hombre es insaciable demostrándome todos los días el amor y el deseo que siente por mí, me hace el amor y esta vez es mi culo quien recibe su atención.
—Buenos días nena—susurra mientras fuerte me penetra—vamos a darle una hermanita a Stavros—me tiene loca con la idea de embarazarme de nuevo, hoy no será, pero hace todo lo posible fallándome a cada nada para cumplir con su cometido.
Me estremezco toda cuando con vehemencia me abre el culo fallándome en cuatro, es, Dios, no se ni como expresarme con todas las sensaciones que desencadena que me folle a lo bruto.
Sus manos se deslizan por miel de mi espalda quemándome en el proceso, su pene continúa metiéndose y sus gemidos varoniles son inyecciones de adrenalina que correo mis venas.
Jadeamos muriendo lentamente mientras alcanza su clímax, somos locos enamorados que beben la vida del otro de todas las maneras posible, su dedo juega con mi clítori