ANDROMACA
—Tus maltratos verbales son peores—sonríe.
—De verdad—se mofa—pienso que soy suave contigo, miedosa. Ya que se hacer cuando no me obedezcas.
—Deberías contratar personas que no me conozcan, será agobiante mantener el papel de hija de perra, siempre.
—Pues mal por ti, porque si fallas tu abuela paga las consecuencias, no pienso pender un céntimo más por tu culpa.
—De mi hermana—le corrijo
—¿Qué diferencia hay?
No digo nada más, discutir con él, es tiempo perdido, lagrimas derramadas y humillaciones nuevas.
Llegamos a un edificio donde me quedo impresionada, por primera vez me espera y me impacto cuando toma mi mano.
Su contacto es celestial, miro la unión y me estremezco con su calor, con su perfume y por su tamaño, las personas nos observan mientras avanzamos y el ascensor se abre mientras mi corazón late desenfrenado cuando estamos solos mientras el elevador nos lleva al piso 99.
—Eres mi secretaria—dice de la nada—trabajas para mí, así que espero que hagas algo bien,
Asien