No puedo creer que Fede esté aquí conmigo.
- Fede, llévame contigo, te lo suplico.
- Lo haré, nena. Pronto estaremos juntos, pero tienes que ser paciente.
- No puedo, ya he sido muy paciente. No sabes por todo lo que me ha tocado pasar. Yo... - comienzo a llorar, y él me abraza para tranquilizarme.
- Nena, escucha, tienes que ser fuerte. Pronto te sacaré de aquí.
- Fede, Mariano es un hombre peligroso. Te puede hacer algo.
- Yo también me vuelvo una persona peligrosa cuando se meten con lo que me importa. - Me vuelve a besar mientras toma mis caderas, pegándome contra la pared, hasta que la voz de Mariano se hace presente.
- ¿Olivia, estás bien?
- Sí, ya salgo. - Miro a Federico y le doy un último beso.
- Ven por mí, te lo suplico.
- Pronto estaremos juntos. - Salgo del baño y veo que Mariano me mira con mala cara.
- ¿Por qué tardaste tanto?
- Me estaba retocando el maquillaje. - Digo algo molesta, pero él toma con fuerza mis brazos.
- Cuida tu lengua, Olivia.
- ¿Interrumpo algo? - sal