15.
| Anakin |
Sin importar que siga en el suelo, sigo observando a la hermosa mujer en la cama. Hay un cambio abismal. En este exacto momento, quiero besar a mi madre por resaltar la belleza de nuestra mate. Toda esa espera valió la pena.
Con cuidado, soy el primero en ponerme en pie. Ella deja de sonreír al ver que tengo intenciones de acercarme a ella.
—Sé que mis hijos fueron unos brutos contigo, pero te prometo que no lo hicieron con intenciones de lastimarte o privarte de tu libertad. Tienen miedo de perderte, están aterrados. Te esperaron por mucho tiempo y no quieren que nada les arrebate a su mate —interviene mi madre y, para mi sorpresa, se sienta en su cama a centímetros de ella—. ¿Comprendes lo que digo?
Ella mira a mi madre por varios segundos. Por un momento pienso que no va a contestar, pero lo hace. Murmura un pequeño "sí", para después volver a abrazar a nuestra madre. De inmediato, los brazos de ella rodean el pequeño y delgado cuerpo de nuestra mate. Mi madre no es una h