74.
Me dejo caer en el mueble. Abrazo uno de los cojines en los que ella estaba. Alexander no para de acaparar cada pulgada de su cuerpo, pero en este momento estoy intentando ser coherente y empatizar con él.
—¿Qué hacemos ahora? — pregunta Antosha como siempre rompiendo el silencio.
—Esperar— murmuro y cierro los ojos.
—¡Esperar! — si eleva un poco más la voz nos estaría gritando— papá ya sabe que Alex es nuestro hermano, deberíamos...
—Dije que no quería hablar de esto— gruñe el nombrado.
—Anakin tiene razon, hay que esperar. Ellos ya decidieron irse, solo tenemos que ver si lo harán hoy — me apoya Arman.
Antosha se sienta a mi lado y abro los ojos. Esta cruzado de brazos, se deja caer sobre el cojín que estoy abrazando y yo levanto mi mano para tocar su cabello, él suspira.
—No me gusta esperar— gruñe.
La busco con la mirada, ella está mirando a Antosha y cuando sus ojos caen en mí solo pega su rostro al pecho de Alexander. Desde que salimos de la casa de mi madre no se le des