Kamila Stuart
Siento besos alrededor de mi rostro y una risa traviesa, me remuevo en la cama y siento más besitos en mi rostro. Especialmente en mi nariz.
Abro los ojos ligeramente y veo a Emilia con su pijama. Froto mis ojos tratando de acostumbrarme a la luz del día.
Siento los brazos de Emilia rodear mi cuello, lo que me hace reir por su acción.
—Feliz cumpleaños mami—me dice Emilia
—Gracias mi amor—le digo sonriendo
—Te amo muchisimo mami. Eres la mejor mami del mundo—besa mi nariz
—Tú eres la mejor hija del mundo. Te amo—beso su nariz
—Mira mami, ten, un nuevo dibujo para ti—me entrega una hoja con unos dibujos. Sonrió mientras veía a mi hija, había tratado de dibujarnos a ambas en el hospital. Yo tomando su mano y ella sonriendo.
—Es precioso mi amor—le digo
—Ten mami, papi te da esto—me entrega un ramo de flores blancas y una caja de chocolates
Las rosas eran unas Orquídeas. Mis favoritas
Mientras que la caja de chocolates eran bombones de distintos sabores.
—¿En serio?—pregun