Falcon se removió en la cama encontrando que no estaba el acostumbrado peso en su brazo. Sus ojos se abrieron de golpe y se sentó demasiado rápido en la cama. Miró hacia todos los lados de la habitación encontrando que solo estaba él.
-¿Silver?- frunció el ceño.
Se levantó de la cama con rapidez buscando en el baño con el mismo resultado.
-Mierda- gruñó y se puso un pantalón y la camisa a medio abrochar y salió corriendo.
Después de lo ocurrido anoche la idea de que su omega estuviera lejos de él lo volvía loco. Aquella casa, donde vivió durante muchos años y que consideró su hogar, ahora n